sábado, 31 de marzo de 2012

SORTEO EN "NACE UNA MAMÁ"!!!

Hoy voy a hacer una breve entrada para comentar e informaros de un maravilloso sorteo que hace Nace una mamá (podéis acceder a él pinchando sobre el nombre la página o aquí).

El sorteo me ha encantado porque sortean una mochila Ergo Baby y dos vales de 15€ cada uno para gastar en la tienda Alter Nativa. No sólo me ha encantado porque me vuelvan loca los portabebés ergonómicos, si no porque además me ha dado a conocer una nueva tienda de cositas para bebés y mamás eco!

Espero que os apuntéis y que tengáis suerte!! Y si no al menos conoceréis el blog de Nace una mamá que es precioso y la tienda de Alter Nativa que seguro que os gustará!

Un abrazo!

sábado, 24 de marzo de 2012

CARTA DE UNA MADRE

El otro día, en uno de mis paseos por los blogs que normalmente leo, hubo una carta en el blog de Nacer, lactar, amar que me tocó hondo, le pedí permiso a Teresa del blog antes mencionado para copiarla en el mío, y aquí está! Gracias Teresa por permitirme traerla a mi blog y gracias Ileana!


Está escrita por una madre anónima y contestada por Ileana Medina Hernández (de tenemos tetas).  
Merece ser leída!!


"La madre que somos y la madre que queremos ser


Por Ileana Medina Hernández




Acabo de recibir la carta desesperada de una amiga, de una mujer inmensa, luchadora y maravillosa, madre de dos niños hermosísimos de pocos años. Y esta es su carta, la carta que cualquiera de nosotras podríamos haber escrito en algún momento de nuestra maternidad. 



Conmovida, removida y sacudida, intento, desde la distancia, ofrecer a mi amiga lo único que puedo: mis palabras. 

Y le he pedido poder compartirlas también con todas mis lectoras y lectores, con todas mis amigas de la red, con todas las madres del mundo que muchas veces sentimos que flaqueamos. Gracias, muchas gracias por acceder a que sea publicada. 

CARTA DE UNA MADRE CUALQUIERA




«Hola Ileana. No se por dónde empezar. Igual pidiendo disculpas por confiar en ti. Curioso que quiera saber tu opinión y criterio en algo tan delicado como lo que voy a contarte, pero la quiero saber. No me sirven juicios ni opiniones de las mujeres que me rodean porque la conozco de antemano y no tienen nada que ver conmigo en mi forma de entender y vivir la maternidad.


Estoy viviendo algo así como una crisis de maternidad, si es que eso existe. Me siento angustiada y culpable por ello. No tolero a mis hijos, no les disfruto. Pierdo la paciencia enseguida, me cuesta empatizar, conectarme con su mundo, me molestan sus gritos, sus peleas constantes, sus llantos, sus exigencias, sus demandas. Cuento las horas para que se duerman, no juego con ellos, no les escucho, no les abrazo. 

Siento a ratos que me ahogo y sólo quiero llorar. Me falta la energía y añoro un poco de silencio, de serenidad. El día empieza temprano y ahí mismo los conflictos, las peleas, los accidentes, los "no quiero", "no, no y no", los "porque yo lo quiero", sus pequeñas tiranías. Lavarse las manos para comer es una cruzada digna de un ejército, lavarse los dientes, meterse en el agua, lavarse el pelo, recoger la ropa del suelo, no tropezar con los miles de juguetes esparcidos a cientos por todo el suelo, y así, inventando cada segundo qué hacer para canalizar toda esa energía pasan horas y horas, sin un minuto para mi, sin un minuto para leer una hoja de un libro, escribir a una amiga, llamar por teléfono, cruzar tres frases seguidas con mi marido, hasta las once de la noche donde todo se vuelve aún más dificil por el efecto del cansancio. Y luego está el resentimiento de mi pareja, que me exige la perfección, la paciencia, la dulzura, la compresión, la contención, la improvisación, la fuerza que siento que no tengo, que tal vez no poseo. 
  
Y me traslado a un lugar oscuro donde lo peor de mí misma aflora y veo a una madre incompetente, que no sabe dar lo que los otros necesitan, profundamente imperfecta, llena de agujeros por donde se escapa la que quiero ser, la que aspiro a ser, pero obviamente no soy. Miro hacia afuera y veo el pais de las maravillas: madres seguras, amorosas, llenas de recursos, pura poesía. Te veo a ti, por ejemplo, enamorada de tu hija, percibiéndola aún como el mayor regalo que te ha hecho la vida, disfrutándola. Y me pregunto qué me está pasando, qué coño se me está rompiendo por dentro y cómo hago para salir de esta sensación de asfixia. En fin Ileana, también entendería que ni contestaras, a veces determinados ejercicios de desnudez emocional resultan soeces para quienes los reciben. Un abrazo.» 
  
  
Mi respuesta: 

LA ACEPTACIÓN COMO ÚNICA VÍA DE SANACIÓN

Querida M:

Aunque las noticias no sean buenas, no sabes lo que me conmueve y me remueve tu confianza. Gracias.

Vamos a ver si puedo ayudarte en algo,  intentando ir por partes.

Lo primero: una madre necesita ser sostenida para poder sostener a sus hijos. Estás sola, estamos muy solas. El sostén que recibimos en nuestra infancia, a ojos vistas fue muy insuficiente para servirnos hoy. El que recibimos hoy sigue siendo insuficiente: no familia, no tribu, no amigas, solo un marido que a duras penas llega de noche a casa, con el pan de cada día y las facturas pagadas. "Patrocinador" llamo yo al mío a veces, medio en broma medio en serio. Llegará el día en que los dos podamos trabajar cada uno 4 horas, y el resto dedicarlo a la familia, pero todavía el sistema laboral es decimonónico. Lo que te pasa: la niña desamparada, rabiosa y necesitada que fuiste, sigue estando ahí, y aflora precisamente cuando más fuerzas necesitas. No las hay, simplemente, y hay que aceptarlo.
Lo segundo: qué fácil es para tu marido salir a trabajar 8 horas y volver a casa, y esperar que tú hayas tenido las toneladas de paciencia y de dulzura necesarias. Qué fácil es para él (como para mí, como para ti) saberse tan bien la teoría. Y no digo que no sea una persona maravillosa, que también lo es. No se trata eso. Se trata de energías emocionales para estar día tras día 24 horas  amorosamente con los niños: no las tenemos. Necesitamos apoyo, como dice Laura Gutman, una madre sola, la familia nuclear, no es buena para criar hijos. Necesitamos una tribu amorosa y sostenedora (tampoco depredadora como han sido muchas veces las familias hasta ahora).

Por eso, quizás, mi hija va al colegio. En el fondo de mi inconsciente, y cada vez más consciente, sé que yo no puedo permanecer 24 horas con ella y que todo fluya, darle todo lo que necesita. No, yo sola no puedo. Por eso, quizás piensas en el fondo si no debes escolarizar a los tuyos. Yo sé que no sirvo para homeschooling, no tengo la disponibiildad, la paciencia, la capacidad organizativa para estar con mi hija en casa, al menos desde dentro de este sistema, en la casa y en las condiciones en que vivo. Todavía si pudiera largarme a estar tirada todo el día en una playa del Caribe... descalzos y corriendo por la naturaleza... a lo mejor...

Por eso, todo el mundo hace lo que mejor puede en sus circunstancias. También el que escolariza pronto, la que no da la teta, la que aplica el Estivill... porque si se auto-exigiera más, no puede, enloquecería o maltrataría todavía más.



Por eso, tenemos que dejar de pretender ser perfectos, y aceptar que nuestros hijos van a un colegio, que no es ideal, que tiene miles de fallos, que el sistema educativo es caduco y necesita un revulsivo urgente... pero que dentro de eso, intentaremos darles lo que el sistema no les puede dar. O que ven la tele más de lo que debieran, o que comen más chuches de lo que deberían...




Aceptar que no podemos llegar a donde teóricamente vislumbramos que podríamos o deberíamos llegar, que la perfección no existe, que en todas las familias hay basura bajo la alfombra, y que bastante hacemos con cobrar conciencia de tantas cosas... pero que de ahí a ir sanando las nuestras hay un largo camino por recorrer, que nos llevará toda la vida. Abrazar nuestra sombra como tú lo has hecho, es el acto verdaderamente sanador. 

Negar que los niños necesitan teta, tiempo, compañía, disponibilidad, juego, compañía para dormir... es el camino inconsciente que la gente utiliza para no reconocer que en realidad lo que sucede es que no estamos en condiciones de ofrecérselo, que no tenemos la disponibilidad emocional necesaria. Que ni nosotros individualmente, ni nuestras familias, ni nuestra sociedad está organizada y preparada para ofrecer todo ese confort que los niños necesitan.

Aceptar que sí, que todos los bebés y niños pequeños necesitan eso, es el primer paso para la sanación sincera de nuestra maternidad y nuestra crianza. Ése ya lo hemos dado, al menos a nivel personal. Falta darlo a nivel social.

Pretender que somos superwoman, heroínas, todo el tiempo enamoradas de nuestras crías y con una sonrisa en el rostro para jugar con ellos, para satisfacer sus demandas, para no levantar la voz, para llenar el agujero negro de amor que chupan todo el día... para estar todo el día disponibles para ellos, para el marido, para nuestros jefes, para la suegra y para las vecinas, es también falso e imposible.
Aceptar esto, es el segundo paso para la sanación de sincera de nuestra maternidad y nuestra crianza.
Sólo desde la aceptación simultánea de esas dos realidades, se produce la toma de conciencia y podemos avanzar. Tanto la negación de la verdad ("nuestros bebés no nos necesitan") como el autoengaño ("qué perfecta soy, qué bien lo hago") son neuróticos y peligrosos. En esa humildad, en esa conciencia, creo que comienza la cura, la posibilidad de reubicarnos y de construir una maternidad legítima, con más felicidad, desde ahí quizás recobremos la energía necesaria.
Reconocer nuestra humanidad, aceptar nuestras limitaciones, y confiar en que aún así lo que ofrecemos a nuestros hijos es mucho, es todo lo que somos capaces, que estamos en el camino, que les estamos dejando una herencia psico-emocional mejor que la que nosotros recibimos, nos permite darnos un respiro, dedicarnos unos momentos para nosotras, pararnos para recuperar fuerzas, recuperar nuestra dignidad y nuestra autoestima maltrechas, y seguir andando hacia ese lugar mejor donde estamos seguras podemos llegar. Mañana mejor que hoy. 

Nuestros hijos deben saber también que somos humanas, que no somos perfectas, que se nos acaba la paciencia, que flaqueamos, que nos enfadamos sin querer, que pedimos perdón cuando los tratamos mal a nuestro pesar... para que ellos puedan permitirse también flaquear, enfadarse, o entristecerse, expresarlo, y pedir ayuda.

Intenta buscar tribu, en casi todas las ciudades están surgiendo grupos de apoyo a la crianza, grupos de madres amorosas que podemos apoyarnos unas a otras. Quizás puedas acercarte con los niños por las mañanas y cambiar aires, recibir energías.

Y aquí estoy, para lo que necesites y desde aquí pueda ayudarte.

Un abrazo inmenso, hondo!!! A ti, y contigo  me abrazo a mí misma, a todas las madres, mujeres, padres y  hombres del mundo :-) "
Para seguir disfrutando de Ileana, os aconsejo su estupendo blog:  http://www.tenemostetas.com




miércoles, 21 de marzo de 2012

HAMBURGUESAS DE LENTEJAS Y ARROZ

Hoy para comer he hecho unas hamburguesas de lentejas y arroz que estaban buenísimas! La verdad es que no esperaba que estuvieran tan buenas, por eso la foto es un poco mala, no sabía que ponerle para que no se viera el plato tan vacío así que le he puesto una zanahoria del huerto de mi abuela (que así de paso presumo de abuela y de zanahoria!! jejeje).
Es una receta ideal para todos, también para los más pequeños, además es muy completa, ya que al juntar legumbre y cereal se hacen proteínas de calidad y además no le hace falta nada de acompañamiento porque es súper completa.

-100gr Lentejas
-100gr Arroz
-Laurel
-1 Cebolla
-2-3 zanahorias
-1 cebolla tierna

Poner  las lentejas con la hoja de laurel y la cebolla en agua a hervir durante 35 minutos.
En otra olla hervir el arroz unos 17 minutos.
Pochar la cebolleta y las zanahorias en una sartén.
Mezclar todos los ingredientes en un bol y amasar muy bien con la mano.
(Yo le tuve que añadir un poco de pan rallado para que me quedara la masa más durita.)
Con las manos mojadas hacer hamburguesas y dorarlas en una sartén.

Y listo!!



ESPERO QUE OS GUSTE TANTO COMO NOS HA GUSTADO A NOSOTRAS!!

miércoles, 14 de marzo de 2012

DESAHOGÁNDOME....

Hoy estoy triste... no sé exactamente por qué, no sé qué me pasa....
Escribiré esta entrada a modo de terapia, a ver si me funciona, que me consta que a muchas "blogeras" les ha ido muy bien...
Sé que el problema reside en mí, que soy yo la que tengo que buscar la razón dentro de mí, pero me está costando taaaanto!!
Siento como si nadie valorara lo que hago, aunque tampoco es que lo haga para que nadie lo valore, lo hago con el corazón, porque así me sale, pero de vez en cuando me gusta que me digan que lo hago bien o que me valoren. Parece como si nunca hiciera suficiente, siempre podría haber hecho más y mejor, siento como si me pasaran revista en todo lo que hago y nunca es perfecto.
Da igual lo que yo necesite, porque aunque lo diga dificilmente lo tendré (por supuesto no hablo de cosas materiales).








Ultimamente me siento tan desconectada de todo, del mundo en general y de mí en particular.... no sé que hacer para volver a encontrarme.
Necesito un rato conmigo, a solas, sin estar pendiente de nada ni de nadie más.... pero nunca lo tengo, nunca puedo.
Tengo el suspiro de haber llorado y sin embargo tengo los ojos secos. Qué cosas!!
Me siento ahogada, y curiosamente me vuelve el asma, hoy ni siquiera he cenado, tengo el estómago cerrado y revuelto, quizá de lo mucho que me cuesta digerir algunas cosas... que sabio es nuestro cuerpo!!
En fin, después de haber soltado esto al menos me siento un poquito más ligera.

Gracias por estar ahí, sois poquitas, pero muy importantes!!




viernes, 9 de marzo de 2012

UNA TRISTE NOTICIA

Ayer leí un artículo (que podéis leer aquí) que me dejó pensando toda la noche.
El artículo va más o menos de lo siguiente: una familia se enfrentaba a unos médicos (judicialmente) después de que éstos dejaran morir a sus bebés gemelos sin intentar hacer nada para remediarlo. Este es el resumen a grandes rasgos.

No pude evitar llorar por esos pequeños a los que dejaron morir sin darles ni una pequeña oportunidad, a los que les negaron el calor humano, el calor de sus padres, ni si quiera el calor de una simple manta, simplemente los pusieron encima de una mesa, desnudos hasta que dejaron de vivir, por el simple hecho de que un "médico" decidió que "no eran viables". (Dios mio!! que quiere decir eso??!! y peor aún, puede decidirlo él??!!)
Según los padres uno de los bebés nació llorando y los dos se agarraban a los dedos. Además pienso yo que mientras hay vida hay esperanza. Y creo que aunque hubieran nacido sin vida también corresponde a los padres decidir si quieren estar a solas con los bebés, acariciarles, besarles y despedirse de ellos.

Me entristeció tanto.... esos bebés (fueran viables o no, odio estas palabras!!) tenían derecho a pasar la vida que les quedara fuera mucha o poca con el calor, amor  y compañía de sus padres. Y ese médico tenía la obligación de hacer todo lo que estuviera en sus manos para ayudarles a vivir.

Podría añadir muchas cosas más porque realmente me ha indignado, enfurecido y entristecido enormemente esta noticia, pero por hoy lo dejaré aquí y sólo espero que el Karma se encargue del resto.

sábado, 3 de marzo de 2012

En busca del trabajo perfecto

Hoy quería hablar de una "preocupación" que me ronda la cabeza hace ya tiempo.... 

Todavía no trabajo de forma remunerada, dejé de hacerlo poco antes de empezar a buscar a Olalla y teníamos claro que, mientras pudiéramos, estaría con ella. Pero la verdad es que llevo un tiempo planteándome en qué me gustaría trabajar si lo tuviera que hacer, y eso me preocupa bastante, porque me gustaría que fuera algo que realmente me llenara, algo que me hiciera feliz y no simplemente un sueldo a final de mes. 

No lo tengo nada claro, sé que me gustaría que fuera algo relacionado con el tema de la maternidad, los bebés, los niños, pero no sé exactamente qué ni cómo empezar. Me gustaría ayudar o intentarlo. (Se aceptan sugerencias... jejeje).
 
Todo esto me trae de cabeza, aunque no tengo presiones por parte de mi pareja (que siempre me dice que ya me vendrá sólo y que ya tendré tiempo, que no hay prisa) sí que las tengo o las siento por parte de la sociedad y la gente que me rodea (que no mi familia directa) con el típico "perooooo, aún no trabajas?". 
Sé que no deberían influirme esos comentarios pero a veces, cuando me pillan con el ánimo un poco bajo, lo hacen, no puedo evitarlo.

Ahora mismo la verdad es que me siento llena de felicidad y me siento muy realizada, no echo en falta una vida laboral, no siento que esté perdiendo el tiempo, todo lo contrario lo estoy ganando al lado de mi pequeña, viéndola crecer y disfrutando juntas cada minuto. No lo hago a modo de sacrificio si no porque realmente disfruto haciéndolo y lo hago de corazón. Esto mismo es lo que quiero sentir el día que tenga que empezar a trabajar. Imposible? Espero que no.